EL LADRÓN DE SUEÑOS
(...)Mi abuela me hizo prometerle que nunca, nunca, nunca
dejara de tener deseos e ilusiones.
"Porque cuando lo hagas, me dijo,
desaparecerás como el olvido.
Te convertirás en un agujero negro y vacío.
Vida sin vida".
Me dijo que tuviera mucho cuidado a la hora de desear algo
porque podría desaparecer sin más,
si un ladrón de sueños se encontraba a mi lado.
Tic-tac. Tic-tac. Y el reloj hacía tic-tac, tic-tac.
Y mi abuela se balanceaba de adelante atrás con su mecedora.
Y entonces yo pensé que quería mucho a mi abuela,
que me encantaban sus historias y,
sin querer, deseé que no desapareciera nunca de mi lado......
Y el reloj hacía tic-tac, tic-tac.
Y entonces me puse a llorar
y le expliqué lo que había deseado sin querer.
"No llores, me dijo ella,
a veces el ladrón aunque se encuentre presente
no te puede robar.
Las hadas de los sueños
bailan y cantan alrededor tuyo
y el ladrón de sueños no puede ni oír ni ver tu deseo.
Entonces estás a salvo".
Tic-tac. Tic-tac.
Le pregunté si podría saber cuándo estaban las hadas conmigo.
Me dijo que era imposible
porque eran transparentes a nuestros ojos
y silenciosas como el silencio para nuestros oídos. Me advirtió que tuviera cuidado cuándo deseara algo si de verdad lo quería,
que lo hiciese a escondidas
y que confiase y creyese en las hadas de los sueños
porque sólo de esta forma me protegerían.
Los ladrones de sueños son muy astutos
y te atraen hacia ellos para que les cuentes tus sueños
y quitártelos de cuajo para no conseguirlos jamás. Tic-tac. Tic-tac. (...)
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